INTRODUCCIÓN.-
Es evidente que los políticos españoles, del momento actual, (junio de 2016),
han puesto de manifiesto su bajo nivel
de Realización Personal, (Ínfima madurez política), al no haber sido
capaces de formar un Gobierno estable, por su incapacidad para negociar y su
cerrazón, en mantener cada uno sus planteamientos ideológicos, por no haber
captado el mensaje de los ciudadanos, de las últimas elecciones del pasado mes
de diciembre de 5015, que les dijimos que no nos gustaba ninguno de sus
programas en concreto, que lo que queríamos era uno con lo mejor de todos
ellos, y para conseguirlo había que haber establecieran una Hoja de Ruta, para mejorar los problemas de
España, cediendo todos un poco, para elegir un Gobierno con las personas mejor
formados y ponerse
trabajar, teniendo en cuenta los tres Principios Siguientes: 1) Los Ciudadanos como Protagonistas,
(Trabajar para ellos y con ellos, dándoles más participación); 2) El Sentido Común como Lógica,
(Trabajar con Responsabilidad, Racionalidad y Ejemplaridad); 3) El Bien Común como Ética, (Lo que no
se haga en beneficio de todos, no es justo y no se puede hacer). Pero no ha
sido posible porque como hasta el momento se ha practicado, por parte de los partidos
en el Gobierno, la Partitocracia,
(Dictadura de los partidos), no saben gobernar en minoría, al no tener claro cuáles
son los Principios básicos de la Verdadera Democracia, (Separación de Poderes;
El Poder Reside en el Pueblo; Sistema de Votación Justo). Ni tampoco lo Medios
de Comunicación, que se han acostumbrado a la práctica de la Partitocracía, y
la aceptan como si fuera buena.
SEPARACIÓN
DE PODERES.- Sin aplicar este Principio a la práctica política no puede haber
democracia real, pero es evidente que ni los políticos ni los periodistas,
tienen clara esta idea, porque se empeñan en que el partido que gobierne, tiene
que hacerlo, con las leyes que el proponga, para lo que necesita mayoría en el
Congreso, lo que supone que no hay separación de poderes. Pues el cometido del
Gobierno, no es hacer las leyes, sino que tiene que cumplirlas y hacerlas
cumplir, aunque no sean las que el haya propuesto. Luego si lo políticos
tuvieran el suficiente nivel de Realización Personal, aceptarían esto como algo
normal, porque es lo verdaderamente democrático, y no habría problemas en
gobernar en minoría, el partido que haya sido más votado, (Para asumir esto hay
que ser personas muy maduras).
EL
PODER RESIDE EN EL PUEBLO.- Este es otro Principio clave para
disfrutar de una Verdadera Democracia; pero la práctica política nos pone de
manifiesto que ni los políticos ni los periodistas lo tiene muy claro; porque
si asumieran este Principio, (El poder reside en el Pueblo); no se empeñarían
en controlar al Congreso, (Quieren que el partido en el Gobierno tenga mayoría
para que se aprueben las leyes que él propone), cuando en una Democracia Real,
El Congreso es el que tiene que detentar el poder, por ser los representantes
del Pueblo, no el Gobierno, (Cuyo cometido es cumplir las leyes, hacerlas
cumplir y gestionar el Presupuesto, no hacer la leyes).
SISTEMA
DE VOTACIÓN JUSTO.- Para que una Democracia se Verdadera, el sistema
de votación tiene que ser justo y proporcional, lo que no cumple el actual
sistema de elegir a los Diputados, pues depende de las circunscripción en que
se vote y del número de afiliados de cada partido, lo que pone de manifiesto
que no es un sistema justo, por lo que en el Congreso de los Diputados no están
los que deberían estar, luego los ciudadanos no estamos bien representados, y
si además el Gobierno se empeñan en que sean sus leyes las que se aprueben, es
evidente que estas no son las que deberían ser, (No son las más justas); como
consecuencia de la falta de Realización Personal de los Políticos, lo que les
incapacita para poder gobernar en minoría, (Por el partido más votado); que es lo
que demandamos los ciudadanos, en estos momentos, a juzgar por los resultados
electorales de las últimas elecciones, de diciembre del año 2015 , y seguramente
los de las próximas, del día 26 de este mes.
Logroño a 9 de junio de 2016
Julio de la Cruz Blázquez
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