sábado, 29 de abril de 2017

DOS MUJERES EXCEPCIONALES


Lo cierto es que no sabía como empezar a relatar las experiencias vividas con estas dos mujeres excepcionales, que he descubierto en estos momento en que lo que priva es la corrupción y la escasez de valores en los que detentan el poder, cuando deberían dar ejemplo, que son de lo que ellas están llenas y comparten con todos los demás, que aunque son muy distintas en cuanto a su origen, formación y cultura son casi iguales en su forma de ver el mundo y su ilusión en aportar su granito de arena para mejorarlo, pero como es posible que a ellas no les gustaría exponer sus cualidades, lo voy a hacer yo, porque creo que lo bueno es algo que también hay que conocer para provocar un poco de esperanza, aunque cambiándoles el nombre.  

Isabel es una mujer de 40 años, soltera, no muy alta, morena que vive en compañía de una amiga, de profesión administrativa, de gran sensibilidad social y humana, a la que siempre veo de buen humor y buena disposición para hacer lo que sea en beneficio de los demás, por lo que los encuentros con ella son siempre placenteros, pacíficos y extraordinarios, sobre todo cuando hablamos de temas relacionados con la Espiritualidad, (No religiosidad), por ser en lo que fundamenta su existencia, sin ser monja ni mojigata, lo que pone de manifiesto yendo todas las semanas a visitar a una mujer mayor a la que le ayuda en lo que puede y le preara la comida, el día que la visita.

Con Isabel y Carmen, (la otra mujer excepcional), me reúno un par de veces a la semana: 1) Los martes por la mañana, en casa de Carmen, con otras cuatro personas más, para leer, ahora un libro de temas espirituales, (En otras ocasione sociales o políticos), para reflexionar y opinar sobre su contenido, lo que nos sirve para realizarnos como personas y profundizar en nuestra espiritualidad, que es en la materia que Isabel y Carmen destacan, pero no se lo quedan para ellas sino que nos transmiten su sabiduría a los demás, (La forma más sublime de practicar el amor), porque no hacen caridad, (dándonos el pez), sino sabiduría, (enseñándonos a manejar la caña), para que aprendamos a pescar; 2) Los sábados por la tarde, en un grupo de unas veintisiete personas, con las que celebramos unos rituales, leyendo ciertos temas, sobre los que todas aquellas personas que lo deseen, ponen en común lo que para ellos han significado, desde un punto de vista filosófico y/o sentimental.

Carmen tiene 60 años, está casada, tiene un hijo y una hija, es morena, no muy alta y con algunas canas, profesora en un Instituto de enseñanza media, es la que nos acoge en su casa todos los martes, por la mañana. Es muy participativa, con gran personalidad y una formación humana fuera de los común, por lo que cuando interviene en las puestas en común, (No debates), lo hace con gran fuerza y convicción, lo que nos proporciona al resto de asistentes un buen nivel de sabiduría, pues tiene una claridad de ideas envidiable y una flexibilidad mental que es prácticamente imposible que se produzcan enfrentamientos, ni si quiera dialécticos.
Lo cierto es que cuando en las puestas en común se tratan temas relacionados con la Espiritualidad, las que más participan son Luisa y Carmen, entre cuyas enseñanzas destacaría las siguientes:    
             
ESPIRITUALIDAD.- Para ellas la espiritualidad es profundizar y descubrir nuestro propio Ser, (Potencia transformadora de las personas), que es lo que nos permitirá poder mejorar el mundo, siempre que nos realicemos como personas; porque con las religiones, las Administraciones que las rigen y los Misticismo no es fácil conseguir nuestro propio cambio interior, y actuar en consecuencia, ni identificarnos con Principio Creativo, que nos conecta con el Universo.   

¿Cómo dar autoridad a la espiritualidad?.- Como la espiritualidad es la forma en que nos relacionamos con el Principio Creativo y del que formamos parte, necesitamos disponer de un lugar íntimo en donde esperarle y conexionar con Él, pues tenemos espíritu y la neurociencia nos ayuda a identificarnos con dicho Principio, utilizando nuestro cerebro, (Hemisferios derecho e izquierdo): El izquierdo nos pone en contacto con lo que percibimos, la matemática, la razón y el aprendizaje; El derecho nos lleva a la totalidad, no a las partes, la intuición, lo esencial, lo emocional, lo espiritual, lo trascendente, lo que no es banal pues utiliza la comunicación y pone en marcha a la inteligencia espiritual, (La mística); por lo que la autoridad  de la espiritualidad, a la que tenemos que llegar, es la que proviene de la sabiduría adquirida por la identificación con el citado Principio, no de la que proviene del nivel organizativo alcanzado.    

¿Cómo vivir la espiritualidad?.- Par vivir la espiritualidad de una forma inteligente es necesario apoyarnos en las cuatro ces siguientes: Cuerpo, Corazón, Consciencia y Centro, (Ser):
Cuerpo.- El cuerpo no es solo química es biografía y un lugar de revelación, pues María dio a luz a Jesus, con su cuerpo, dado que el cuerpo es tan bueno como el alma, y está conectado con el corazón.
Corazón.- Los sentimientos nos condicionan, (emociones positivas o negativas), y las tenemos que gestionar, para que no nos dañen el corazón, haciendo que sean las positivas las que predominen, porque nos hacen sabios, libres y coherentes, pues el corazón nos lleva al amor, que es lo que somos y por el que existimos con sus dos componente: El Eros, por el que me siento feliz, si me aman y el Ágape, (convite), que si lo celebramos unidos nos proporciona la dignidad y nos lleva a la consciencia.  
Consciencia.- Ojo con los sentimientos que deforman a la realidad y con las creencias, pues unos y otras no se llevan bien con la espiritualidad, (Hay que empezar desde cero pero de forma consciente, en cada momento), para no dejar el presente, que acaba rápidamente. Y la consciencia me lleva al Centro, (Él Ser).
Centro.- El Ser es el Espíritu Interior, (Nuestra Identidad), de lo que me doy cuenta a través de la consciencia y lo hago vida y realidad, pues somos lo que vivimos de forma natural y lo que hacemos casi sin esfuerzo; pues todos los seres somos únicos y dignos, (experiencia consciente), porque la consciencia inspirada nos da luz, al ser nosotros de verdad. Otro componente importante es el Soplo del Espíritu, (Lo trascendente); lo que nos lleva a las experiencias de nuestra vida. Por eso la Espiritualidad es la clave para arreglar el mundo.
Couching.- A hora está muy de moda el Couching, (entrenamiento), porque no se conocen los beneficios de la espiritualidad, al estar muchas personas en la zona de confort, desde el punto de vista de la psicología, en donde nos sentimos cómodos, porque no nos comprometemos, (En estos casos no se tienen en cuenta las experiencias espirituales), lo que va en contra del aprendizaje y el discernimiento, y nos puede llevar a la zona del pánico, si no estamos dispuestos a cambiar, por lo que hay que dejar la zona de confort para ir a la zona mágica, (la de la trascendencia), en la que descubrimos quienes somos realmente, con la ayuda de la física cuántica, que nos dice que existe una realidad subatómica, en la que la energía se manifiesta mediante la luz, transmitiéndose por partículas o por ondulaciones; pues somos materia, (Sometidos a unas leyes); somos energía, (trasmitida por el Principio Creativo), y cuando la materia y la energía se conectan, en un instante, (al meditar), se produce la identificación con el citado Principio; que es lo que se entiende como El kairos, (el tiempo de la energía universal), que existe permanentemente y sus partículas más pequeñas son la luz; y la tarea de la espiritualidad es descubrir esa luz, (Luz Universal); pues somos unidad y somos luz.

De mi cosecha.- Es curioso descubrir que la solución a muchos de los problemas del mundo, se conseguiría  si todos trabajásemos para el Bien Común, (compartir todo con todos, en todo momento, sobre todo, la sabiduría); que es una forma de practicar la Espiritualidad, y disfrutaríamos de un mundo en paz, sin hambre, sin desigualdad y con justicia, pero como nuestro nivel de espiritualidad es bajo, el mundo sigue con los mismos problemas de siempre y algunos más, luego:

"la responsabilidad de que el mundo no mejore es exclusivamente nuestra, por falta de espiritualidad"

Julio de la Cruz Blazquez

Logroño a 27 de abril de 2017