Lo cierto es que no sabía
como empezar a relatar las experiencias vividas con estas dos mujeres
excepcionales, que he descubierto en estos momento en que lo que priva es la
corrupción y la escasez de valores en los que detentan el poder, cuando deberían
dar ejemplo, que son de lo que ellas están llenas y comparten con todos los demás,
que aunque son muy distintas en cuanto a su origen, formación y cultura son
casi iguales en su forma de ver el mundo y su ilusión en aportar su granito de
arena para mejorarlo, pero como es posible que a ellas no les gustaría exponer
sus cualidades, lo voy a hacer yo, porque creo que lo bueno es algo que también
hay que conocer para provocar un poco de esperanza, aunque cambiándoles el
nombre.
Isabel es una mujer de 40
años, soltera, no muy alta, morena que vive en compañía de una amiga, de
profesión administrativa, de gran sensibilidad social y humana, a la que
siempre veo de buen humor y buena disposición para hacer lo que sea en
beneficio de los demás, por lo que los encuentros con ella son siempre
placenteros, pacíficos y extraordinarios, sobre todo cuando hablamos de temas
relacionados con la Espiritualidad, (No religiosidad), por ser en lo que
fundamenta su existencia, sin ser monja ni mojigata, lo que pone de manifiesto yendo
todas las semanas a visitar a una mujer mayor a la que le ayuda en lo que puede
y le preara la comida, el día que la visita.
Con Isabel y Carmen, (la
otra mujer excepcional), me reúno un par de veces a la semana: 1) Los martes por la mañana, en casa de
Carmen, con otras cuatro personas más, para leer, ahora un libro de temas
espirituales, (En otras ocasione sociales o políticos), para reflexionar y
opinar sobre su contenido, lo que nos sirve para realizarnos como personas y
profundizar en nuestra espiritualidad, que es en la materia que Isabel y Carmen
destacan, pero no se lo quedan para ellas sino que nos transmiten su sabiduría
a los demás, (La forma más sublime de practicar el amor), porque no hacen
caridad, (dándonos el pez), sino sabiduría, (enseñándonos a manejar la caña), para
que aprendamos a pescar; 2) Los
sábados por la tarde, en un grupo de unas veintisiete personas, con las que
celebramos unos rituales, leyendo ciertos temas, sobre los que todas aquellas
personas que lo deseen, ponen en común lo que para ellos han significado, desde
un punto de vista filosófico y/o sentimental.
Carmen tiene 60 años, está
casada, tiene un hijo y una hija, es morena, no muy alta y con algunas canas,
profesora en un Instituto de enseñanza media, es la que nos acoge en su casa
todos los martes, por la mañana. Es muy participativa, con gran personalidad y
una formación humana fuera de los común, por lo que cuando interviene en las
puestas en común, (No debates), lo hace con gran fuerza y convicción, lo que
nos proporciona al resto de asistentes un buen nivel de sabiduría, pues tiene
una claridad de ideas envidiable y una flexibilidad mental que es prácticamente
imposible que se produzcan enfrentamientos, ni si quiera dialécticos.
Lo cierto es que cuando en
las puestas en común se tratan temas relacionados con la Espiritualidad, las
que más participan son Luisa y Carmen, entre cuyas enseñanzas destacaría las
siguientes:
ESPIRITUALIDAD.- Para ellas la espiritualidad es profundizar y
descubrir nuestro propio Ser, (Potencia transformadora de las personas),
que es lo que nos permitirá poder mejorar el mundo, siempre que nos realicemos
como personas; porque con las religiones, las Administraciones que las rigen y
los Misticismo no es fácil conseguir nuestro propio cambio interior, y actuar
en consecuencia, ni identificarnos con Principio Creativo, que nos conecta con
el Universo.
¿Cómo
dar autoridad a la espiritualidad?.- Como la
espiritualidad es la forma en que nos relacionamos con el Principio Creativo y del
que formamos parte, necesitamos disponer de un lugar íntimo en donde esperarle
y conexionar con Él, pues tenemos espíritu y la neurociencia nos ayuda a
identificarnos con dicho Principio, utilizando nuestro cerebro, (Hemisferios
derecho e izquierdo): El izquierdo nos pone en contacto con lo que percibimos,
la matemática, la razón y el aprendizaje; El derecho nos lleva a la totalidad,
no a las partes, la intuición, lo esencial, lo emocional, lo espiritual, lo
trascendente, lo que no es banal pues utiliza la comunicación y pone en marcha
a la inteligencia espiritual, (La mística); por lo que la autoridad de la espiritualidad, a la que tenemos que
llegar, es la que proviene de la sabiduría adquirida por la identificación con el
citado Principio, no de la que proviene del nivel organizativo alcanzado.
¿Cómo
vivir la espiritualidad?.- Par vivir la espiritualidad
de una forma inteligente es necesario apoyarnos en las cuatro ces siguientes: Cuerpo, Corazón, Consciencia y Centro, (Ser):
Cuerpo.-
El cuerpo no es solo química es biografía y un lugar de revelación, pues María
dio a luz a Jesus, con su cuerpo, dado que el cuerpo es tan bueno como el alma,
y está conectado con el corazón.
Corazón.-
Los sentimientos nos condicionan, (emociones positivas o negativas), y las
tenemos que gestionar, para que no nos dañen el corazón, haciendo que sean las
positivas las que predominen, porque nos hacen sabios, libres y coherentes,
pues el corazón nos lleva al amor, que es lo que somos y por el que existimos
con sus dos componente: El Eros, por el que me siento feliz, si me aman y el
Ágape, (convite), que si lo celebramos unidos nos proporciona la dignidad y nos
lleva a la consciencia.
Consciencia.-
Ojo con los sentimientos que deforman a la realidad y con las creencias, pues
unos y otras no se llevan bien con la espiritualidad, (Hay que empezar desde
cero pero de forma consciente, en cada momento), para no dejar el presente, que
acaba rápidamente. Y la consciencia me lleva al Centro, (Él Ser).
Centro.-
El Ser es el Espíritu Interior, (Nuestra Identidad), de lo que me doy cuenta a
través de la consciencia y lo hago vida y realidad, pues somos lo que vivimos
de forma natural y lo que hacemos casi sin esfuerzo; pues todos los seres somos
únicos y dignos, (experiencia consciente), porque la consciencia inspirada nos
da luz, al ser nosotros de verdad. Otro componente importante es el Soplo del
Espíritu, (Lo trascendente); lo que nos lleva a las experiencias de nuestra
vida. Por eso la Espiritualidad es la clave para arreglar el mundo.
Couching.- A
hora está muy de moda el Couching, (entrenamiento), porque no se conocen los
beneficios de la espiritualidad, al estar muchas personas en la zona de
confort, desde el punto de vista de la psicología, en donde nos sentimos
cómodos, porque no nos comprometemos, (En estos casos no se tienen en cuenta
las experiencias espirituales), lo que va en contra del aprendizaje y el
discernimiento, y nos puede llevar a la zona del pánico, si no estamos
dispuestos a cambiar, por lo que hay que dejar la zona de confort para ir a la
zona mágica, (la de la trascendencia), en la que descubrimos quienes somos
realmente, con la ayuda de la física cuántica, que nos dice que existe una
realidad subatómica, en la que la energía se manifiesta mediante la luz,
transmitiéndose por partículas o por ondulaciones; pues somos materia,
(Sometidos a unas leyes); somos energía, (trasmitida por el Principio
Creativo), y cuando la materia y la energía se conectan, en un instante, (al meditar),
se produce la identificación con el citado Principio; que es lo que se entiende
como El kairos, (el tiempo de la energía universal), que existe permanentemente
y sus partículas más pequeñas son la luz; y la tarea de la espiritualidad es
descubrir esa luz, (Luz Universal); pues somos unidad y somos luz.
De
mi cosecha.- Es curioso descubrir que la solución a muchos
de los problemas del mundo, se conseguiría si todos trabajásemos para el Bien Común, (compartir
todo con todos, en todo momento, sobre todo, la sabiduría); que es una forma de
practicar la Espiritualidad, y disfrutaríamos de un mundo en paz, sin hambre,
sin desigualdad y con justicia, pero como nuestro nivel de espiritualidad es
bajo, el mundo sigue con los mismos problemas de siempre y algunos más, luego:
"la responsabilidad de que el mundo no mejore es
exclusivamente nuestra, por falta de espiritualidad"
Julio de la Cruz Blazquez
Logroño a 27 de abril de 2017
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