martes, 23 de enero de 2018

LA VERDAD DE LO QUE SOMOS

INTRODUCCIÓN.- Desde que nacemos, pero sobre todo cuando somos conscientes de nuestra condición humana, tratamos de descubrir: ¿Que es lo que somos de verdad?, (No siempre lo descubrimos, o lo hacemos demasiado tarde); ¿Que ideología se adapta mejor a nuestra personalidad?, (No siempre se descubre, o no se descubre con suficiente claridad); ¿Cuál es nuestra Verdad?, (No siempre se elije la más adecuada).
Todas estas interrogantes las podemos contestar satisfactoriamente si descubrir realmente lo que somos, (Personas que actuamos en función de lo que escuchamos en nuestro diálogo interno), que puede ser: 1) Escuchamos a nuestro Verdadero Ser, (En cuyo caso las cosas nos irán muy bien); 2) Escuchamos a nuestro Ego, (Por lo que las cosas no irán bastante mal); Escuchamos a uno y al otro, según nos convenga, (Si acertamos en la escucha la vida nos irá bien y si no acertamos, las cosas nos irán mal). Luego para elegir bien a quien escuchamos, es de vital importancia tener claro lo que es y como actúa nuestro Ego, al que no podemos eliminar porque forma parte de nosotros, pero si podemos no escucharle, para poder vivir en paz, armonía y dignamente, lo que conseguiremos con el autoconocimiento, consistente en trascender al Ego para identificarnos con lo esencial, (Nuestro Verdadero Ser), con lo que encontraremos la felicidad, la paz interior y el amor a todos y a todo, que sin darnos cuenta buscamos fuera de nosotros.
EL CEREBRO HUMANO.- Nuestro cerebro está constituido de una forma muy determinada, pero no al principio de la vida, pues cuando nacemos nuestra consciencia está sin desarrollar, por lo que necesitamos que nuestro padres: Nos alimenten durante un tiempo, para poder sobrevivir; Decidan que hacer con nosotros, hasta que seamos conscientes de nuestra existencia, pues durante la niñez y parte de la juventud, no estamos capacitados ni para sobrevivir, ni para decidir, ni para discernir.    
Cuando ya se ha desarrollado nuestra consciencia, (Proceso en el que tienen mucha importancia las experiencias vividas desde cero a ocho años, menos desde los ocho en adelante), nuestra vida va a depender de a quien escuchamos en nuestro diálogo interno, (que es permanente), de los dos Entes que ocupan nuestro cerebro: El Verdadero Ser y el Ego. 
1.-    El Verdadero Ser.- Si escuchamos a nuestro Verdadero Ser, (Espíritu puro hecho a imagen y semejanza del Principio Creativo, con un cuerpo para sobrevivir y una mente para poder decidir), que si nos identificamos con Él podemos conseguir ser el cauce e instrumento de optimización del Universo, incluido el ser humano.
2.- Nuestro Ego.- El Ego es el que nos salva la vida si esta se pone en peligro, porque es egocentrísta y fundamentalista, (nuestra identidad es la única válida, e ignoramos la de los demás, y sacraliza todo lo nuestro); por lo que el Ego nos trata de convencer de que somos lo mejor del mundo, los más inteligentes y los que siempre tenemos razón, para lo que suele utilizar la información negativa y no evaluado por el Censor, que guardamos en la memoria.
En cualquier caso, desde que nacemos al ir entrando en contacto con la realidad, vamos separándonos de nuestro Verdadero Ser y escuchando demasiado a nuestro Ego, lo que nos desvía de la esencia y solo cuando mediante la formación aprendemos a ser personas, volvemos a escuchar al Verdadero Ser, y descubrimos nuestra "esencia" y la semilla con la que nacemos, que contiene lo mejor de cada uno de nosotros y encontramos la felicidad, la dignidad y la paz interior; tres aspectos de nuestra auténtica humanidad, que nos permiten descubrir la vocación, los talentos y el inmenso potencial del que disponemos para desarrollar la creatividad y el sentido común, con lo que podemos vivir de forma placentera.
Cuando maduramos alcanzamos un alto nivel de realización personal y descubrimos cual es nuestra Verdad, (Conjunto de valores y principios que cuando somos coherentes con ellos alcanzamos la sublimación del ser); y nuestro Criterio Ético, (Que puede ser el Bien Común, porque cumple con los criterios filosóficos de ser de gran valor, de ámbito universal y de fácil argumentación); con lo que nos sentimos completos, responsable, libres, auténticos, creativos, lúcidos, llenos de paz y amor, y llegamos a alcanzar nuestra mejor versión. En este momento somos capaces de hasta controlar las emociones y la relación con las demás personas es pacífica, armoniosa, comprensiva y constructiva, porque: Percibimos el mundo como un todo al que pertenecemos y con el que colaboramos tratando de optimizarlo; Nos percibimos como parte del Universo, (Conjunto de energía e información, que mediante la inteligencia cósmica del Principio Creativo, con el que nos identificamos, podemos mejorar todo lo que nos rodea, en nuestro beneficio y del resto del mundo).
Para conseguir todo lo anteriormente expuesto es necesario reflexionar decidida y profundamente sobre los siguientes aspectos:
1.- La Realización Personal.- Si no llegamos a un alto nivel de realización personal, (Descubrir nuestro Verdadero Ser), todo lo que emprendamos será un fracaso, porque no le escucharemos al Verdadero Ser, sino al Ego.
2.- Elegir nuestros Valores Fundamentales.- Es necesario elegir una serie de Valores Fundamentales para ser coherentes con ellos a la hora de actuar, tales como los siguientes: Igualdad, Justicia, libertad, paz, democracia, solidaridad, honestidad, ejemplaridad, coherencia, racionalidad, esfuerzo y perseverancia, (Pueden ser distintos y en menor número).   
3.- Elegir un Criterio Ético.- Si no elegimos un Criterio Ético difícilmente actuaremos de forma ética, que además tiene que cumplir con los requisitos filosófico para definirlo como tal, (De gran valor; De ámbito universal; De fácil argumentación), tal como el Bien Común, (Que he elegido personalmente).
CONOCER A NUESTRO EGO.- Ya me he referido a los dos Entes, que siempre están presentes a la hora de actuar, de cualquiera de nosotros, en el Dialogo Interno, que mantenemos de forma constante, como son: El Verdadero Ser, (Espíritu puro hecho a imagen y semejanza del Principio Creativo, con un cuerpo para sobrevivir y una mente para poder decidir); El Ego, (Que nos ata a la realidad mundana y que utiliza la información negativa y no evaluada por El Censor, almacenada en la memoria).
El Diálogo Interno.- Es el momento en que tenemos que decidir a cuál de los dos Entes anteriores escuchamos, a la hora de actuar; por eso es de vital importancia conocer, lo mejor posible al Ego y su forma de engañarnos, (por una parte nos alaga para tratar de convencernos de que su forma de actuar es la más adecuada, y además utiliza la información negativa y no evaluada por el Censor, que almacenamos en la memoria, potenciando el egocentrismo, (Somos el centro del Universo),  y el fundamentalismo, (Sacralizamos nuestra identidad).
El Ego utiliza el instinto de supervivencia y nos salva la vida cuando esta está en peligro, utilizando el miedo a perderla; pero también distorsiona nuestra esencia ocultándola, haciendo que nos fijemos más en las emociones negativas que en la racionalidad, con lo que perdemos el contacto con la esencia, lo que nos impide ser felices, vivir dignamente, disfrutar de la paz interior y del amor, que forman parte de nuestra verdadera naturaleza, lo que nos lleva a tener una sensación de vacío e insatisfacción constante.
El Ego lo desarrollamos con las realidades negativas que vivimos, como consecuencia de los diversos miedos que surgen en nuestro ser, (Miedo a perder la vida, a perder el trabajo, a que nos desprecien, a que nos ofendan, a no conseguir lo que deseamos, a que nos roben, a ponernos enfermos, a que no nos amen, etc.); lo que nos lleva a construirnos una máscara, (No nos mostramos como somos, sino como queremos que nos vean los demás), con lo que engañamos a los semejantes y a nosotros mismos, lo que no nos permite sentirnos satisfechos, ni realizarnos como personas, por lo que perdemos el tiempo siguiendo el teatro que practica la sociedad, porque el Ego utiliza la parte oscura y sin sentido de la vida, apoyándose en la información negativa y sin evaluar por el Censor, como son el odio, la envidia, la avaricia, la violencia, el autoritarismo, el fundamentalismo, los juicios de valor, etc; lo que lleva a nuestra mente a fijarse más en los miedos, la inseguridad, la corrupción, los complejos, las frustraciones, los traumas las desilusiones que arrastramos a lo largo de la vida.   
Aunque una gran parte de personas se identifican con su Ego, no es algo real, porque el Ego es una creación de nuestra mente, tejida por medio de creencias y pensamientos egocéntricos que limitan y trastocan todo lo que vemos; porque la forma de vernos limita nuestra experiencia y no nos permite vivir en paz y en armonía con nosotros y el resto del Universo, al que pertenecemos, por ser esclavos de nuestras emociones y de las circunstancias externas, lo que nos causa tensiones, estrés y ciertos desequilibrios, inseguridad e insatisfacción.  
Cuando nos identificamos con nuestro Ego, la mayor parte de las veces sin darnos cuenta: Somos sus esclavos y nos hacemos las víctimas de todo, (Los demás son los culpables de lo que nos pasa); No aceptamos a los demás tal como son y tratamos de que actúen como a nosotros nos gusta; Hacemos juicios de valor a todo lo que dicen y hacen los demás, porque nos encerramos en nosotros mismos; Reaccionamos ante los acontecimientos de forma impulsiva o sentimentalmente, sin racionalidad, y perdemos el control de nuestro actos; Trabajamos por recompensas o reconocimientos externos, no en función de los valores humanos que nos dignifican.
En última instancia, nuestro fundamentalismo, (Sacralizamos nuestra identidad, sin valorar la identidad de los demás), nos lleva a situarnos contra todo y contra todos, con lo que se destruye la convivencia en paz, porque los miedos, la ira, el sin sentido y el egoísmo se mantienen agazapados detrás de nuestro Ego.
Finalmente el Ego es necesario para no perecer ante las situaciones de peligro en la vida, por lo que podríamos decir que es bueno; pero es la causa fundamental de todo lo que nos hace sufrir, y si nos identificamos con Él, hagamos lo que hagamos, terminaremos fracasando, porque no nos permite realizarnos como personas, dado que el Ego nunca tiene suficiente con lo que conseguimos, siempre quiere más, por lo que la insatisfacción permanente es la consecuencia de identificarnos con el Ego.
Cuando nos damos cuenta de que lo que nos quita el Ego es más de lo que nos da, empezamos a reflexionar sobre:
* Nuestras creencias.- ¿Si las creencias que tenemos son las más adecuadas, o las más disparatadas?.
* ¿Cuál es lo verdaderamente importante?.- ¿La satisfacción de las necesidades  materiales es lo que nos hace más felices, o son las psíquicas y espirituales?.
* ¿Qué Valores Fundamentales hemos elegido?.- ¿So valores que dignifican al ser humano o son anti-valores?.
* ¿Cuál es nuestro Criterio Ético?.- ¿El criterio Ético elegido cumple con las exigencias de la filosofía, para serlo, (De gran valor; De ámbito universal; De fácil argumentación)?.
*¿Cuál es nuestra Verdad?.- ¿Si somos coherentes con Nuestra Vedad, nos lleva a la sublimación del Ser, o nos deja insatisfechos?.
¿Cuál es nuestro nivel de Realización Personal?.- Si no tenemos un alto nivel de Realización Personal cualquier proyecto que abordemos fracasará, porque no actuamos coherentemente, como verdaderas personas.
Después de haber contestado adecuadamente a esta interrogantes, no significa que nos hayamos liberado de la influencia del Ego, porque es imposible, dado que forma parte nosotros mismos, pero si podemos integrarlo conscientemente en nuestro propio ser y no hacerle caso durante el Dialogo Interno, sino escuchar a nuestro Verdadero Ser, que es de donde surge el bien, la comprensión, el amor, la paz, la felicidad, el bien común, la dignidad, además de ser conscientes de lo que realmente somos, (Seres integrados en el Universo que nos identificamos con el Principio Creativo), lo que incrementa nuestra creatividad, la paz interior, el sentido común y nos sentimos como iluminados, pudiendo llegar a ser el cauce de la Potencialidad Universal, para mejorar el mundo, y el Doctor Deepak Chopra nos propone, para permanecer en ese estado de iluminación, el siguiente Mantra: "Energía, Información, Transformación e Inteligencia". Que quiere decir que el Universo está formado por energía e información y al actuar la Inteligencia Cósmica, del Principio Creativo, con el que nos identificamos, podemos ser el camino para transformar todo, en sentido positivo, para nosotros y para el Universo.
En conclusión, dentro de cada uno de nosotros, hay dos fuerzas antagónicas, que tratan de ocupar un lugar destacado en nuestro corazón, durante el Dialogo Interno; de las que solo una de ellas es real, (El Verdadero Ser), que es la esencia que nos orienta hacia el bien, y la otra fuerza, (El Ego), que nos orienta hacia el miedo y la mentira, por lo que el autoconocimiento consiste en diferenciar, en cada momento, una fuerza de la otra, a fin de no hacer caso al Ego y escuchar el Verdadero Ser, (Espíritu Puro hecho a imagen y semejanza del Principio Creativo, con el que nos identificamos, con un cuerpo para sobrevivir y una mente para decidir).   

Logroño a 3 de diciembre de 2017

Julio de la Cruz Blázquez 

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