viernes, 12 de diciembre de 2014

DESMONTAR LA CREENCIA SEPARATISTA


INTRODICCIÓN.- El separatismo es un fenómeno que se suele potenciar en los periodos de crisis, al igual que pasa con los populismos; porque al existir una falta de recursos que impiden satisfacer, en algunos casos, hasta las necesidades más básicas, (Comer, vestirse, tener una casa, curarse, etc.),  los que promueven los separatismos y los populismos se aprovechan de la situación para comer el coco a los que más sufren la crisis, (Estos no tienen nada que perder), apoyándose en el sentimentalismo, (Da origen al separatismo), y/o el fundamentalismo, (Da origen a Estados como el Islámico), y/o el fanatismo, (Da origen al terrorismo universalizado).
JUSTIFICACIÓN VERSUS INJUSTIFICADO.- Las personas que defienden el separatismo, en estos momentos, lo pretenden justificar recurriendo:
1.- AL DERECHO A DECIDIR.- El derecho a decidir, en democracia, es algo lógico, pero: ¿Quién es el sujeto de ese derecho?. Por ser un derecho democrático lo tienen que decidir, votando, todas aquellas personas que se vean afectadas por la decisión que se adopte, luego no lo puede decidir solo un grupo de los afectados, si no todos los afectados, porque en caso contrario, no es democracia es Fascismo. Luego todo aquello que nos afecte a todos los españoles lo tenemos que decidir entre todos los españoles, no una parte de ello, (Ni gallegos, ni madrileños, ni catalanes, ni vascos, ni valencianos, etc.).
2.- AL SENTIMIENTO IDENTITARIO.- Todos tenemos el sentimiento de pertenencia a algún grupo, (Nuestra tribu, nuestro pueblo, nuestra familia, nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra religión, nuestra ideología, etc.), lo que no es criticable, e incluso hay que potenciar; Pero si reflexionamos sobre la actual situación del mundo en que vivimos, (Un mundo interrelacionado, en el que existen bloques económicos, ideológicos y culturales, de grandes dimensiones, no tribus aisladas, en el que los problemas son de ámbito internacional), lo sensato es tratar de constituir un País llamado Europa, no dividir a los países que lo forman; Luego ese sentimiento de identidad se puede aplicar a la lengua, las costumbres y a la cultura; pero no al Modelo Económico, ni al Sistema Político, ni al Modelo Educativo, ni al Organizativo; que son de ámbito superior, (Nacional, Europeo y Universal), y porque se iría en contra del Criterio Ético Universal del Bien Común y de los Valores Fundamentales, que nos dignifican, como la Igualdad, Justicia, Paz, Democracia, Solidaridad, Racionalidad y Responsabilidad. Luego no se puede dar como bueno lo que vaya en contra de dicho Criterio y dichos Valores.
3.- A LA HERENCIA HISTÓRICA.- Venimos de una historia plagada de guerras entre vecinos, (Tres guerras mundiales), otras entre hermanos, (La guerra civil española), entre religiones, (Conflicto de Palestina), y lo que ha sucedido no ha obedecido ni a la coherencia, ni a la sensatez, sino más bien al abuso de poder, a la avaricia y al dominio de unos frente a otros; luego no parece adecuado que en el siglo XXI, tengamos que conservar los privilegios de esa época que, además, van en contra de la Igualdad, la Justicia, la Solidaridad y el Bien Común.
4.- AL DERECHO A OPINAR.- Este es un derecho propio de los sistemas democráticos, pero existe la falsa creencia de que ese derecho nos da la razón, respecto de lo que opinamos, y solo tendremos razón, cuando nos basemos en la racionalidad, no en el sentimentalismo, y/o el fundamentalismo, y/o en el fanatismo, como ocurre con los separatismos y los populismo; Sentimientos que dan origen a la violencia, y van en contra de los Valores que nos dignifican y contra el Criterio ético del Bien Común.   
CONCLUSIÓN.- Después de todo lo expuesto, con lo que se ha desmontado racionalmente, la creencia en el separatismo; la mejor manera de enfocar cualquier debate en el que se hable de este tema, es hacer que el defensor de esa creencia, responda a las siguientes preguntas:
* ¿En que Criterio Ético te apoyas para defender esa creencia?. Haciéndole saber que, para ser considerado como tal, el criterio elegido tiene que cumplir las condiciones que establece la filosofía, que son: a) Ser de gran valor; b) Ser de ámbito universal; c) Fácilmente argumentable. Y si no las cumple no es un criterio válido, ni tampoco todo lo que en el se apoye.    
* ¿Qué Valores humanos, de los que nos dignifican, asumes?.- (Igualdad, Justicia, Paz, Democracia, Solidaridad, Racionalidad y Responsabilidad). Que los especifique, se apuntan para tenerlos presentes y ver si es coherente con ellos y se sigue preguntando.
* ¿ Tu planteamiento independentista es coherente con el Criterio Ético del Bien Común y los Valores que nos dignifican?. No es fácil poder justificar que se tenga razón si no se es coherente con este criterio y con estos Valores, lo que indica que no se ha realizado como persona, y actúa como una persona irracional, luego no puede tener razón.
Si no eres coherente ni con el Criterio Ético, ni con los Valores de la pregunta anterior, indica que no eres racional: ¿Piensas que puedes tener razón, creyendo en algo irracional?.
Si no es suficiente esta tanda de preguntas se pueden hacer las siguientes:
¿Como te percibes a ti mismo?.- Si se percibe únicamente como materia, actuará como un materialista avaro, no como una persona cooperante y solidaria, lo que indica que no se ha realizado como persona y actúa como una persona irracional, luego no puede tener razón.
¿Cómo percibes al mundo?.- Si no lo percibe como un todo interrelacionado con todos, que hay que respetar, es que no se ha enterado en donde vive, e indica que no se ha realizado como persona y actuará de nuevo como una persona irracional, (como lobos contra lobos), luego tampoco tendrá razón, porque para tener razón hay que ser razonable.
NOTA.- Esta estrategia es válida para desmontar cualquier opinión que no sea razonable.

Logroño a 8 de diciembre de 2014

Julio de la Cruz Blázquez

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