martes, 19 de mayo de 2020


LA IGLESIA DEL SIGLO XXI
INTRODUCCIÓN.- Analizando la historia del mundo parece evidente que cuando un sistema de gobierno u organización se fundamenta solo en el materialismo a ultranza, termina destruyendo o alienando a los ciudadanos que lo constituyen, porque desaparece la paz, la justicia, la libertad y se impone a la fuerza la violencia, la injusticia, el clientelismo y el abuso de poder por lo que no se puede conseguir el objetivo de ser felices con todos, ni vivir dignamente, tal como se puede observar en los ejemplos de la Rusia comunista, la Cuba de Fidel Castro, los países del telón de acero, el Chile de Pinochet y la Alemania de Hitler, al igual que ocurrió en los sistemas teocráticos de Afganistan, con los talibanes y en Irán con Jomeini; pero también se producen injusticias y discriminaciones en los sistemas neoliberales del mundo occidental, encabezado por EE.UU, que tienen un sistema de seguridad social muy deficiente, siendo el país más poderoso del mundo actual.
Por el contrario cuando se implanta sistemas fundamentados en los Valores que nos dignifican, (libertad, igualdad, paz, democracia, solidaridad, responsabilida, ejemplaridad, etc.), como en algunos países europeos, se consiguen resolver un buen porcentaje de los problemas reales de las personas, y se ha conseguido separar el poder religioso del poder político, para que cada uno se dedique a sus propios fines, lo que ha resultado ser positivo para los ciudadanos, (pertenecientes a los Estados) y para los fieles de las diferentes Iglesias, porque: 1) Se consigue vivir dignamente; 2) Vivir en paz; 3) Disfrutar de la igualdad; 4) Disfrutar de la diversidad; 5) Etc. ;  aunque se hayan quedado pendientes otros asuntos, de gran importancia para la modernización de la Iglesia, sin renunciar a los principios básicos de los evangelios, como son: El tema del celibato; La participación de la mujer y de los seglares en todos los ámbitos de la Iglesia; El acceso al sacerdocio y la profundización en la democracia dentro de la Iglesia; La separación de la función administrativa de la  pastoral, para que la práctica de la primera no desvirtúe a la segunda; La autenticidad en la trasmisión del Mensaje de Jesús; Etc. etc. etc.; aspectos sobre los que vamos a reflexionar seguidamente:    
1.- El celibato.- De acuerdo con lo que dijo Jesús, el celibato es voluntario, e incluso existen personas que nacieron así y otras que lo asumen por alguna causa especial, (como por el Reino de los Cielos), pues Mateo en su evangelio, dice quien pueda entender que entienda, (Mateo. 19, 10-12), e incluso en los primeros tiempos de la Iglesia había presbíteros que estaban casados, luego parece lógico que la jerarquía deje en libertad a todos sus miembros para elegir su estado, (casado, célibe). 
2.- La mujer en la Iglesia.- El hecho de que la mujer no participe en todos los ámbitos de la Iglesia, es posible que fuese porque en la época de Jesús las mujeres no eran iguales a los varones, como ocurre actualmente en muchos de los países del mundo; pero en el cristianismo eso no tiene sentido, porque Jesús después de resucitar, a las primeras que se apareció fue a las mujeres, y Mª Magdalena fue la primera de los discípulos de Jesús, y en su vida pública tuvo siempre muy presentes a las mujeres, con a Marta y María, (hermanas de Lázaro), o la mujer adúltera evitó que la apedrearan, en contra de la costumbre de aquel momento´
Por otra parte, todos los seres humanos somos hijos de Dios y, por tanto somos hermanos y, como tales, tenemos que ser iguales ante todos los demás, luego la mujer debe tener los mismos derechos y deberes en todos los ámbitos de la Iglesia, en función exclusiva de si nivel de conversión y ejemplaridad, como cualquier otro cristiano.   
3.- Acceso al sacerdocio.- En estos momentos solo se puede llegar a ser sacerdote si se es varón y se superan los cursos establecidos en los seminarios; pero yo que he sido monaguillo y he participado en diversas comunidades cristianas, he conocido a sacerdotes con falta de fe y a seglares profundamente convertidos; razón por lo que pienso que los sacerdotes deberían ser elegidos democráticamente, por los fieles de cada comunidad, entre aquellos que sean los más convertidos y los más ejemplares de los miembros de dicha comunidad, aunque tengan que superar una formación básica para poder celebrar cualquiera de los sacramentos y actos litúrgicos correspondientes.
Así mismo los accesos a otros cargos eclesiásticos, como obispos, cardenales y papas, deberían ser elegidos democráticamente, por la comunidad cristiana, entre las personas que sean propuestas por dicha comunidad, (seglares, sacerdotes, obispos, cardenales), aunque no ocupen un puesto inferior al que se pretende acceder; teniendo que asistir a los cursos que sean necesarios para poder desempeñar el puesto para el que hayan sido elegidos. 
4.- Separación de funciones.- En el momento actual los sacerdotes, de la mayor parte de las iglesias, no solo realizan su función pastoral si no que ejercen funciones administrativas y económicas, con lo que en muchos casos, se ve dificultada e incluso olvidada la función pastoral, luego desde mi punto de vista la función principal de los sacerdotes es la sacerdotal, por lo que las funciones económicas y administrativas las debe ejercer algún seglar, elegido democráticamente por la comunidad, entre los más ejemplares como personas.
5.- Autenticidad del mensaje de Jesús.- Si profundizamos en el mensaje de Jesús, es fácil darse cuente de su positividad para conseguir mejorar el mundo, pero desde mi punto de vista, los cristianos no hemos sabido trasmitir dicho mensaje con la debida eficacia, porque el mundo actual se ha materializado de forma generalizada, lo que ha dado origen a que los valores que nos dignifican brillen por su ausencia; luego es evidente que los cristianos de hoy tenemos que optimizar la forma de transmitir el Mensaje de Jesús; utilizando para ello los grupos de reflexión, que deberían estar funcionando, de forma masiva, en cada parroquia. 
6.- La iglesia y la ética.- Otro aspecto de capital importancia para la Iglesia del siglo xxi, es la elección, por parte de la misma, es la definición de los Valores éticos que defiende, que naturalmente tienen que ser, como mínimo, los que nos dignifican: La libertad, La igualdad, La justicia, La paz, La democracia, La solidaridad, La ejemplaridad, La racionalidad, La honestidad; que no se pueden confundir, del todo, con la moral religiosa, que predican los diez mandamientos y las bienaventuranzas.
7.- La iglesia y la ley.- En el mundo occidental, pero sobre todo en el mundo islámico, la moral religiosa influye de una forma esencial, en el establecimiento de la legislación, lo que en el siglo xxi, es necesario evitar, dado que la ley es la que regula convivencia entre todos los ciudadanos, por lo que esta no puede basarse en la moral religiosa, si no en la Ética Universal del Bien Común, (Compartir todo con todos, en todo memento, sobre todo la sabiduría), que si fuera asumidas por porcentaje elevado de ciudadanos conseguiríamos el objetivo universal de ser más felices con todos, no los más felices de todos
8.- La iglesia y la ciencia.- Desde el principio de los tiempos, las Iglesias y la ciencia, aunque persiguen lo mismo, (descubrir la verdad), han seguido caminos paralelos, pero casi siempre enfrentados, posiblemente: Porque la Iglesia se ha ocupado de explicar la idea de la trascendencia y la esencia de la existencia, a partir de las siguientes preguntas, (¿de dónde venimos?,  ¿nos creó Dios?, ¿existe Dios?); mientras que la ciencia, trata de descubrir la verdad, de explicar el mundo en que vivimos y descubrir el por que de lo que sucede, vemos y sentimos, de forma empírica; pero sin darnos cuenta de que lo que dicen los científicos no siempre es ciencia, dado que para serlo, se tiene que comprobar de forma empírica, y no siempre se cumple esta condición, como en el BIG BANG, que los científicos afirman que es la forma en que se creó el mundo, y no se puede comprobar empíricamente, luego esta afirmación no es científica, aunque lo digan algunos científicos.  
9.- La espiritualidad.- Como el objetivo último del ser humano, normalmente constituido, es conseguir ser feliz con todos, no ser el más feliz de todos, para conseguirlo es necesario elegir como primer valor la dignidad del ser humano, lo que se consigue practicando la solidaridad, la justicia, la igualdad y consiguiendo un alto nivel de espiritualidad, que en principio la potencian las religiones, relegando a un último lugar los aspectos materiales; aunque lo primero que hay que conseguir para sentirnos felices, es satisfacer nuestras necesidades, que según el psicólogo Maslow, su orden es: Primero las materiales, (comida, bebida, casa, vestido, recursos); Segundo psíquicas, (poder, amor, pertenencia, autoestima); Tercero, espirituales, (creatividad, realización personal, trascendencia), luego la espiritualidad se busca cuando hemos alcanzado un alto nivel de maduración personal, lo que se consigue con una formación bien orientada, lo que nos indica que la formación permanente es de vital importancia para conseguir un alto nivel de realización personal y alcanza el objetivo de ser más felices con todos.     
10.- Participación de los seglares.- Durante toda la historia de la Iglesia, las trasmisión del mensaje de Jesús se ha realizado de forma autoritaria, (Del Papa a los cardenales, de los cardenales a los obispos, de los obispos a los sacerdotes, de los sacerdotes a los seglares), en cuyo proceso, estos últimos solo han estado de seres pasivos y casi nunca han participado, ni en la administración y gestión de los recursos de la Iglesia, y mucho menos en la transmisión del mensaje de Jesús, porque a mis padres no les permitían ni leer la Biblia; lo que desde mi punto de vista ha sido un gran error, dado que después de veinte siglos, el mundo occidental, (donde vivimos la mayoría de los cristianos), lo que estamos practicando es un materialismo a ultranza, en el que todo se vende, (hasta las personas), y la corrupción ha penetrado hasta los que detentan el poder; luego es evidente, que la participación de los seglares en todas las actividades de la Iglesia del siglo xxi, es necesaria, si queremos mejorarla desde dentro.      
11.- La función de la iglesia en el mundo.- La función de la Iglesia en el mundo está clara desde que Jesús nos trasmitió su mensaje, y no es otra que implar su reino y su justicia, como nos dijo en el texto de Mateo, 6, 31-33: "No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con que vamos a vestirnos?. Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura".
También en el evangelio de San Juan, versículo 18, 36-37, dijo Jesús: "Mi Reino no es de este mundo, si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí, entonces dijo Pilatos: ¿luego tu eres rey?. Respondió Jesús: Si como dices soy Rey, yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; Para ser Testigo de la Verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz".   
Es la primera vez que me he dado cuenta de la profundidad de este texto; pues según dijo Jesus: vino para ser testigo de la verdad; luego si queremos un mundo mejor: "todos, no solo los creyentes, tenemos que ser testigos de la verdad".
Pero antes tenemos que descubrir cuál es la Verdad; que para los creyentes es la que nos enseñan los textos religiosos, que normalmente nos orientan para practicar el amor al prójimo, lo que es bueno para conseguir un mundo mejor; pero para los no creyentes no es tan fácil encontrar la Verdad, porque hay unos que creen que es el dinero, otros que es el sexo, otros el poder; y si son coherentes con esas verdades, es evidente que el mundo no va a mejorar, porque eso nos lleva al enfrentamiento, la desigualdad y la injusticia; luego si profundizamos en el tema; lo ideal sería: Elegir una Verdad que podamos asumir una gran mayoría de personas, (seamos de cualquier ideología o de cualquier religión), que cumpla con los criterios que establece la filosofía para poder elegirla como tal, que tiene que ser: 1) De gran valor, (Algo que una gran mayoría valoremos mucho); 2) De ámbito universal, (Que una gran mayoría lo aceptemos como bueno); 3) Fácil de argumentar, (Que la mayoría lo entendamos fácilmente).  
Desde mi particular punto de vista, la Verdad que cumple estos puntos de partida, es la que elije como Criterio Ético del Bien Común, (Compartir todo con todos, en todo momento, sobre todo la sabiduría), que por otra parte, puede ser asumida por la mayoría de personas de buena voluntad.
Por otra parte, si para ser felices lo primero que tenemos que hacer es satisfacer nuestras necesidades, para conseguirlo es necesario que todos tengamos un puesto de trabajo suficientemente remunerado, luego todos los seres humanos tendríamos que empezar a trabajar para crear puestos de trabajo para todos los ciudadanos, con lo que se terminaría la desigualdad y el hambre en el mundo, no con el objetivo de ganar dinero, como promueve el materialismo y las leyes del mercado, sino para poner de manifiesto el amor al prójimo, ser solidario y servir a nuestros hermanos.       
Por último, el texto de Mateo, 28, 19-20, nos muestra como Jesús nos dijo que empezáramos a trasmitir su mensaje: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
12.- Trasmitir el mensaje de Jesús con eficacia.- Como consecuencia de haber sido profesor durante varios años, en la escuela de ingenieros aeronáuticos, participar frecuentemente en las comunidades cristianas a las que he pertenecido y leer a otros autores expertos en la enseñanza, creo que una manera eficaz de trasmitir cualquier sabiduría, (el conocimiento puesto al servicio del bien común), es: 1) Descubrir y potenciar las aptitudes de cada alumno, sobre todo la creatividad, porque lo que se aprende, se hace con mucha facilidad al practicar algo que nos resulta agradable; 2) Aprender por uno mismo, reflexionando sobre cada interrogante, (el denominado método socrático, del antiguo filósofo griego Sócrates); 3) Descubrir cual es lo verdaderamente importante, (la sabiduría que nos hace libres, con la que nos realizamos como personas). Poniendo en práctica esto tres puntos, podremos conseguir la mayor cantidad posible de puestos de trabajo, que es el gran problema del mundo actual, que hay que resolver. 
    
Logroño a 27 de diciembre de 2018
Julio de la Cruz Blázquez

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