martes, 19 de mayo de 2020


EL YO, (ESPÍRITU PURO), Y EL EGO
Introducción.- Desde mi particular punto de vista, creo que los seres humanos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, (Jesús es la manifestación visible de Dios en la tierra); luego disponemos de: Un Espíritu Puro, (Nuestro Yo); Una Mente consciente, (para tomar las decisiones más adecuadas); Un Cuerpo, (para poder sobrevivir); Y como de forma constante, mantenemos un diálogo interno, para actuar en cada momento, podemos escuchar al Ego o al Yo, (Espíritu Puro):
1.- Escuchar a nuestro Espíritu, (El Yo).- Si escuchamos la Yo, que hace que el cerebro utilice toda la información y las experiencias positivas, almacenadas en la memoria, nos manifestemos de la forma más adecuada posible, (Seremos justos, amables, no irascibles, comprensivos, sinceros, bondadosos, pacíficos, democráticos, solidarios, responsables, sensatos, ejemplares, sabios y por tanto felices).
2.- Escuchar a nuestro Ego.- Si escuchamos la Ego, que hace que el cerebro utilice toda la información y experiencias negativas que almacenamos en la memoria, nos manifestaremos de la peor forma posible, (Seremos injustos, envidiosos, avaros, mentirosos, irascibles, insolidarios, violentos, criminales, ladrones, traidores, dictatoriales, pederastas, irresponsables, insensatos y por tanto infelices).
Conclusión.-  De acuerdo con lo que hemos expuesto anteriormente, está muy claro que lo que tenemos que hacer, para sentirnos felices, y disfrutar de un mundo mejor, que el que estamos sufriendo, es:
"Escuchar, en el diálogo interno, al Espíritu Puro, (Nuestro Yo), que nos orienta hacía el Bien Común, y nos sentiremos realizados como auténticas personas, porque siempre haremos lo adecuado, de la forma adecuada, en el momento adecuado"


Julio de la Cruz Blázquez
jcblazquez@coiae.com
Logroño a 21 de diciembre de 2019

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