SER
CONSCIENTES DE LO QUE SOMOS
Hoy día 4 de febrero de
2019, al despertarme, estaba pensando en algo que nunca había surgido, lo que
me ha sorprendido en cierto modo, porque es algo que ocurre todos los días,
aunque no nos paramos a meditar sobre ello, porque se produce de forma natural,
y que no es otra cosa que la energía de que disponemos en cada instante y que
no nos preguntamos de done viene y como se produce. Pensamiento que ha surgido
como consecuencia de repetirme, cierta frecuencia, el mantra del filósofo
Deepak Chopra, que en su libro, "Las siete leyes espirituales del
éxito", nos dice: "Somos sistemas de energía e información, que
mediante la acción de la inteligencia cósmica universal, nos transformamos para
alcanzar la perfección de nuestro Ser y del entorno, y si nos identificarnos
con el Principio Creativo, podemos convertirnos en el cauce de expresión de la
energía universal, a la que estamos íntimamente unidos". El mismo Deepak
Copra, simplifica este mantra, con la siguiente expresión: "Energía, Información, Transformación, Inteligencia",
para que la recordemos con facilidad y la pronunciemos, siempre que nos parezca.
Como hemos visto somos
energía e información y nos movemos como consecuencia de la energía de que
disponemos, luego parece lógico preguntarse: ¿Cómo conseguimos esa energía que
utilizamos todos los días?. Pregunta que es fácil de contestar, pero nunca me
lo había preguntado, y la respuesta es la siguiente: "Nuestra energía proviene de la transformación de los alimento que
tomamos, después de haber hecho la digestión", mediante el proceso
correspondiente, que consiste en:
Los alimentos masticados por
los dientes y las muelas, pasan al esófago mediante la deglución, y del esófago
al estómago, en donde mezclados y transformados por el acido clorhídrico, que
los descompone, (en proteínas desnaturalizadas), transformando el bolo
alimenticio en lo que se denomina QUIMO, (mezcla alimenticia líquida, que está
en el estómago), que son sustancias solubles y absorbidas por las células, a
través de las encimas, (moléculas de naturaleza proteínica que catalizan
reacciones químicas, de forma termodinámica), al que también llegan los jugos: 1) Del páncreas, con encimas que
descomponen los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas; 2) Del hígado, (la bilis),
absorbiéndose las proteínas y los lípidos. Por otra parte la mucosa intestinal,
del intestino delgado, va también absorbiendo los productos de la digestión, a
través de las vellosidades del mismo, una vez que los alimentos se han transformado
en moléculas pequeñas, pasando a la sangre, que las lleva a todas las células
del cuerpo, para ser utilizadas como fuente de energía, para formar y mantener
todos los tejidos de todo tipo, sabiendo que en el intestino grueso se absorben
los nutrientes con agua y electrolitos.
Finalmente, los productos no
digeridos por los intestinos, (productos de desecho), conocidos por el nombre
de fibras y células viejas desprendidas de de la mucosa, son impulsados al
colón, en donde permanecen hasta la deposición.
Después de todo lo dicho, es
evidente que la energía de la que disponemos, durante toda nuestra vida, para
poder movernos, proviene de los alimentos que ingerimos, por lo que tenemos que
tenemos que cuidar nuestra alimentación para no envenenarnos y poder vivir
saludablemente, aunque ahora nos tendremos que hacer otra pregunta: ¿Cómo llega
la energía a los alimentos?.
Que como también es algo
habitual, tampoco hemos reflexionado sobre esta cuestión, que también es fácil
de responder, pues los alimentos que ingerimos, o proceden de los animales,
(carne, leche, huevos, sangre, hígado, bofe, etc.), o de los vegetales,
(lechuga, tomate, espárragos, pimientos, ajos, zanahoria, cebolla, coliflor,
flores para las infusiones, coles, etc.); y tantos unos, (animales), como
otros, (plantas), crecen y se desarrollan por la acción del viento, el agua y
el sol, sobre la tierra, pues sin el calor y la luz del sol, no se produciría
ni el viento, ni la lluvia, ni la nieve, ni el hielo, ni el crecimiento de
ninguna especie, luego todas nuestra energía y vida, se debe a: 1) La existencia del sol y la tierra; 2) La capa de ozono, que nos protege de
la radiación ultravioleta; 3) La
distancia a la que nos encontramos del sol, por lo que nos llega el calor
adecuado para poder vivir, entre -60ºC y +60º C; 4) La rotación de la tierra alrededor del sol, para que haya las
cuatro estaciones; 5) Todo esto de
forma constante y bien ordenado.
Como podemos ver
vivir como vivimos es un auténtico milagro
Logroño a 4 de febrero de 2019
Julio de la Cruz Blázquez
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